Ministro Walker dijo que se requiere más transparencia para que los productos importados igualen calidad de los locales.
El sector ganadero es una de las actividades económicas prioritarias para el Ministerio de Agricultura, debido al estancamiento que hoy existe en la producción de carne de vacuno. Según datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), en los dos primeros meses del año la producción bovina local suma 32.603 toneladas y ha caído 0,3% en comparación con el mismo período de 2017.
El ministro de Agricultura, Antonio Walker, señaló que la masa ganadera ha caído a uno de los niveles más bajos que ha tenido Chile en muchos años debido a la reconversión de los campos de algunos productores, a los envíos de animales vivos y a la competencia de los productos importados, sobre todo paraguayos, que llegan a un menor costo. «No vemos que la masa vaya a aumentar con estos factores, sino que podría tener una leve disminución. Hoy tenemos entre 2,7 millones y 2,9 millones de cabezas, que es un nivel bajísimo»,
aseguró.
Sin embargo, la autoridad agregó que la carne chilena es de buena calidad en genética e hibridaje. Walker manifestó que el mercado requiere más transparencia y está evaluando introducir cambios a la norma de tipificación con que se regula la carne en Chile, en la medida que los gremios acuerden qué hacer con la normativa. «Por ejemplo, tenemos que estar seguros de que la carne importada tipo V tenga la misma calidad que la carne nacional tipo V. Si bien el SAG ha tenido un rol importante, no hemos tenido la capacidad de fiscalizar en origen que eso se cumpla», sostuvo.
Según el presidente de Fedecarne, Carlos González, en Ñuble la producción frutícola creció 35% el año pasado y dentro de ese porcentaje «hay muchos campos ligados a la ganadería que se reconvirtieron en frutícolas, sobre todo en cerezos, arándanos y manzanos. El productor ganadero está buscando actividades más rentables». Agregó que, en el ganado bovino, en la década del ochenta había una masa de 4,8 millones de cabezas y hoy es de 2,7 millones de cabezas. «Si no logramos aumentar nuestra masa ganadera vía tecnología, genética y condiciones crediticias con tasas preferenciales a 30 años, vemos un nubarrón muy oscuro en el futuro», señaló.
Pese a que esta menor disponibilidad de carne de vacuno ha generado mayores importaciones (ver infografía), los envíos también han anotado un alza. Radicalmente opuesta es la situación en la producción de pavo, pollo y cerdo, que muestra una tendencia al alza. Por ejemplo la producción de carne de pavo subió 32,4% en el primer trimestre respecto del año pasado, lo que revela una recuperación del episodio de gripe aviar que afectó a algunos planteles de la Región de Valparaíso en 2017.
32,4% subió la producción de carne de pavo en enero y febrero. En 2017 estuvo afectada por la gripe aviar.
20,7% aumentaron las importaciones de vacuno en el primer trimestre. Alcanzaron US$ 253,2 millones.
6,1% subió el precio real de la carne de vacuno en vara tipo «V» en cuatro años, y llegó a $2.740 por kilo.
Fuente: Jueves, 10 de mayo de 2018 Luis Musquiz Economía y Negocios El Mercurio